Derechos de la mujer al momento de dar a luz

Desde 1985 la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó una serie de recomendaciones para la atención de partos de bajo riesgo y que de forma rutinaria, deben seguir todos los profesionales que atienden nacimientos.

Toda mujer tiene derecho:

1. A la libertad de movimiento durante el trabajo de parto y a adoptar diferentes posiciones para el periodo expulsivo (la fase de pujo y nacimiento)
Varios estudios demuestran que permanecer boca arriba afecta el flujo de sangre al útero y puede reducir la intensidad de las contracciones. Por el contrario, estar de pie o acostada de lado puede ser benéfico.

2. A la libre ingesta de líquidos y alimentos
El parto puede durar horas y las mujeres necesitan mantener altos sus niveles de energía. Y de no cubrirse esta necesidad, puede derivarse en deshidratación o cetosis (déficit de carbohidratos).

3. A estar acompañada
Existe evidencia que indica beneficios como apoyo emocional, confort, palabras de aliento, contacto físico y gestos amigables, es decir, ningún efecto dañino asociado con la presencia de un familiar.

4. A no rasurar el vello púbico o aplicar enemas
Ambos procedimientos son innecesarios y no facilitan valores la expulsión.

5. A evitar la episiotomía
En algunas partes del mundo y sobre todo en México, cortar la piel y los músculos que rodean la vagina para permitir la expulsión del bebé es un procedimiento de rutina puede acarrear riesgos como desgarres, pérdida de sangre, infecciones, relaciones sexuales dolorosas, cicatrización molesta, etc.

6. A que no te separen de tu bebé
La OMS dice: “El recién nacido sano debe permanecer con la madre siempre que sea posible. La observación del recién nacido sano no justifica la separación de su madre”.

7. A humanizar el parto
Los profesionales que trabajan con parejas y mujeres embarazadas deberían darse cuenta de que lo correcto no es tomar el control de las personas ni las situaciones, sino devolverles el poder que naturalmente tienen: traer a su hijo al mundo sin necesidad de intervenciones externas ni medicamentos.

Besos,

Princesa Miel...